Desde pequeña he tenido una alta sensibilidad en percibir (ver, escuchar y sentir) presencias que ya no están en nuestro plano. El no disponer, en aquellos tiempos, de una guía que me pudiera orientar, hizo que este hecho fuese muy traumático para mí, ya que no podía controlar lo que me estaba sucediendo. Hace algunos años, gracias a una serie de sucesos, comencé a orientarme acerca de las cosas que desde siempre había sentido y que hasta entonces me hacían pasar por momentos muy difíciles. Estando en Colombia, conocí y me hice amiga de una psicóloga estudiosa del Mundo Espiritual que me ayudó a comprender que lo que yo percibía era un Don y que existen más personas que tienen la misma sensibilidad, esto hizo que yo pudiera asimilar, aceptar y entender las cosas que me ocurrían desde tiempo atrás. Fue así como conocí a la clariaudiente María Eugenia, ella me ayudó a interpretar las distintas sensaciones y sentimientos que yo experimentaba hasta que me canalizó con la clariaudiente angelical Giovanna para seguir con mi guía y mi comprensión del Mundo Espiritual. Desde entonces, seguí estudiando e instruyéndome para poder conocer más acerca de el Don que tengo. Con estas acciones, comencé a sentirme más tranquila, pero sobre todo capacitada para poder ayudar a personas que necesitan respuestas.
Considero que tengo un Don muy desarrollado y tengo la virtud de ver, escuchar y sentir a seres del plano espiritual; también veo y escucho Ángeles, veo y escucho a personas que acompañan y cuidan a los que están en el plano terrenal, siento si la persona tiene alguna dolencia o enfermedad y me dicen que ha de hacer para mejorar, por ejemplo, si una persona no ha logrado superar el fallecimiento de alguien, le dicen que hacer para realizar el cierre y poder ser feliz. Antes deseaba que desapareciera todo lo que percibía, deseaba no escuchar, deseaba que desapareciese todo, pero gracias al apoyo de las personas que pusieron en mi camino, aprendí y acepté este Don. Hoy puedo decir que soy feliz al tenerlo y poder utilizarlo.
Estoy en constante comunicación con mis seres de luz, estos son Ángeles, Arcángeles, la corte (que está compuesta por Santos, curanderos, personas con Don, etc.) y con mi Padre Celestial, ellos me guían a cada momento. Ahora, cuando veo una persona con alguna dolencia ya sea física o emocional, siento la gran necesidad de acercarme y ayudarle. El poder ver como esta persona continúa su camino con una nueva sonrisa me hace muy feliz. Debo confesar que me siento afortunada y agradecida por este regalo que se me ha otorgado. Desde que acepté mi Don, hice la promesa que siempre lo usaría para el bien de las personas, que ayudaré en lo que pueda, a quien lo desee y más a quien lo necesite. Así que si estás leyendo y sientes que podría ayudarte no dudes en contactarme, te aseguro que verás un nuevo amanecer.
© Arcángeles.net - Claudia Mendoza